Más del 93% de los vendedores del Mercado Central han votado a favor de mantener la gestión propia y los logros conseguidos durante más de tres décadas de dedicación y esfuerzo, gracias a los que ha sido posible convertir este recinto, considerado como ‘la catedral del producto fresco’, en un referente en el sector y en un ejemplo de mercado que ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos sin renunciar en ningún momento a su esencia, combinando sabiamente tradición y modernidad.
Los vendedores del Mercado Central han querido mostrar, mediante su apoyo mayoritario, su gran preocupación ante la posibilidad de cambio de un modelo de gestión que les ha permitido erigirse como un referente internacional, con una oferta especial y de calidad que traspasa fronteras, y que, gracias a las nuevas tecnologías, ha conseguido no solo estar al alcance de los vecinos del entorno sino también de quienes viven en cualquier rincón de la ciudad, de la Comunidad Valenciana, del país y de Europa.
Los vendedores que han vivido la trayectoria de la gestión propia, y los logros conseguidos, temen por las pérdidas irreparables que una decisión en ese sentido podría ocasionar en el día a día de su actividad y que tendría un importante impacto negativo sobre los clientes. Así, servicios que se han ido implantando gradualmente, como el de entrega a domicilio, la consigna frigorífica, la compra on line, la sala de lactancia, la limpieza, desinfección y desinsectación tanto en zonas comunes como en puestos de venta, las facilidades de aparcamiento, la atención al cliente, la información a través de megafonía o la seguridad durante 24 horas… peligrarían si los propios vendedores dejaran de gestionar el Mercado Central. Y es que no hay que olvidar que, debido a la gran afluencia diaria de compradores (una media de 15.000 cada día), gracias a estos servicios, cualquier pequeño incidente se resuelve de inmediato sin afectar en absoluto a la normal actividad del mercado y sin que los clientes lo perciban siquiera.
El actual sistema de gestión facilita, además, la actividad de los vendedores, que no tienen limitaciones de horario al recinto, disponen de servicios permanentes de mantenimiento de sus puestos, teléfono, redes sociales y Wifi y gestionan sus propias campañas de publicidad, todo lo cual repercute favorablemente en los servicios que prestan a sus clientes.
La presidenta de la Asociación de Vendedores del Mercado Central, Merche Puchades, recuerda que no hay que olvidar que el actual sistema de gestión del recinto por parte de los propios vendedores tiene su origen en una situación de crisis económica y comercial, a mediados de los años ’80, en la que los mercados tradicionales entraron en una fase de decadencia debido a la fuerte competencia de supermercados y les obligó a renovarse.
Durante los más de treinta años en que el Mercado Central ha dirigido sus pasos a través del sistema de gestión de sus propios vendedores, se ha ido adaptando a los nuevos tiempos, a los clientes y a las necesidades de las nuevas formas de compra y de venta. Este modo de gestión se ha traducido en una capacidad de reacción mucho más rápida que en el resto de mercados, gracias a una gestión directa de recursos.
El origen del actual sistema de gestión por los propios vendedores
El 12 de noviembre de 1986 fue un día histórico para el Mercado Central. En esa fecha, los vendedores aprobaron el convenio para su autogestión. El convenio, aprobado en diciembre de ese año por el Pleno del Ayuntamiento de Valencia, inició su vigencia el 1 de enero de 1987 por un periodo inicial de diez años, susceptible de sucesivas y tácitas prórrogas hasta 50 años de duración máxima, conforme a los términos de concesión y normativa legal vigente, habiendo prorrogado por dos periodos decenales sucesivos.
En diciembre de 2016, a pocos días de la fecha de conclusión del periodo de prórroga decenal iniciado el 1 de enero de 2007, se manifestó por el Ayuntamiento la imposibilidad de prorrogar el convenio 10 años más, según redacción entonces vigente, y se ofreció su renovación por un periodo de un año, prorrogable hasta tres, durante los cuales se redactarían las bases para regular la cesión de la gestión del Mercado Central.
Dado que ya han transcurrido tres años desde la modificación de la duración y régimen de prórroga del Convenio de Autogestión, sin perjuicio de entender la Asociación que cabría, al menos, una prórroga anual adicional hasta completar cuatro años (uno de vigencia inicial y tres años más de posibles prórrogas), estando comunicada la finalización del Convenio para el 31 de Diciembre de 2019, acto jurídico objeto de recurso administrativo y pendiente de resolución a esta fecha, la coyuntura obliga, a juicio de esta parte, tanto al Ayuntamiento como a la Asociación que gestiona el Mercado Central, a adoptar una solución satisfactoria que garantice la continuidad de los servicios y prestaciones existentes, antes del 31 de diciembre del 2019, para lo que los vendedores reclaman la suscripción de un nuevo concierto o adjudicación de una nueva, al amparo de la actual normativa legal, tanto conforme a lo previsto en la Ordenanza Municipal reguladora del servicio de mercados como en la legislación de contratación pública, antes de diciembre del 2019.
PLAÇA CIUTAT DE BRUGES, S/N
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